Decía mi abuelo “guarda pan para mayo, y leña para todo el año”. Porqué aunque en el campo la naturaleza estaba exultante, en las casas tras un largo invierno las despensas daban pena de vacías.
A menudo, en mayo, la cepa también puede encontrarse así, con la despensa vacía y sin los recursos suficientes para afrontar los procesos de floración y cuajado.
Es estas semanas el viñedo se va preparando para afrontar esa etapa determinante de su ciclo vegetativo que es la floración. Un proceso que determina la producción del año y a quién sigue la inducción floral que empieza a esbozar la cosecha del año siguiente. Además, la floración es un claro indicador del estado fisiológico del viñedo.
Este año la brotación se ha dado en un ambiente más bien fresco y con lluvias abundantes en muchas zonas. En los suelos todavía fríos, la actividad radicular es insignificante y el crecimiento vegetativo se nutre casi exclusivamente de las reservas que acumuló en el agostado de la campaña anterior.
Los análisis de sarmientos en invierno han dibujado una tendencia a contenidos limitados en las reservas energéticas (almidones y azúcares) y con carencias eventuales de algunos elementos según zona y parcela.
Si las reservas disponibles no son suficientes durante los primeros estadios vegetativos el metabolismo de la planta se ve forzado, el rendimiento fotosintético es bajo, la capacidad de respuesta al estrés se limita y comprometemos todo el ciclo vegetativo y reproductor, ya que las carencias se arrastrarán hasta la maduración y el agostado.
Cuando las reservas de la cepa son escasas, para garantizar una buena floración y cuajado podemos ayudar a la planta con aporte de nutrientes y bioestimulantes vía foliar en estado G (racimo separado) y H (botón floral separado). En elementos mayores y/o oligoelementos según convenga. Lo que observamos en la pasada campaña, y lo que medimos en los análisis de sarmientos nos dirá si merece la pena el aporte.
2 aplicaciones de NUTRIBIO 5.4.2+Si, si nuestra parcela el año pasado:
- Tenía déficit de vigor
- Sufrió un estrés hídrico considerable
- Sufrió afectaciones importantes por hongos.
- Tuvo una mala floración.
- No ha tenido enmienda o abonado de invierno.
- Ha llovido mucho y ha hecho frío entre los estados fenológicos C y F
2 aplicaciones de NUTRIBIO OLIGOS cuando nuestra parcela:
- Tuvo una mala floración.
- Tuvo problemas de cuajado
- Disminuye la producción año tras año.
El funcionamiento de la cepa durante el periodo prefloración, nos da también mucha información de cómo se desarrollará el resto del ciclo; para anticiparte y asegurar la maduración de ese fruto que se está gestando, es muy interesante hacer un análisis de peciolos en botón floral separado (estado H), esta analítica nos dice:
- cómo funciona en esta campaña el flujo de absorción de nutrientes, que está muy influenciado por la climatología del año.
- detectará eventuales carencias que puedan limitar la maduración
- nos permitirá planificar las acciones adecuadas desde cuajado a envero para corregir eventuales carencias.
Protocolo de muestreo de peciolos en botón floral separado:
Toma 50 peciolos/ha (mínimo 45 g), uno por cepa, de plantas sanas y representativas. Coge el peciolo opuesto al primer racimo (de hoja sana, no necrosada, sino el de la siguiente hoja). Anota el peso fresco y envía la muestra a tu laboratorio de confianza.
El éxito en esta cosecha, y la siguiente, será más probable si medimos y observamos para luego interpretar y actuar en consecuencia.
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